abril 26, 2016

La Orden de San Basilio Magno en España


Los basilios habían comprado a los agustinos en 1577 el monasterio de Cazalla, pero antes éstos ya estaban en Cambil y habían viajado a Roma en busca de la confirmación papal de la Orden
El viaje a Italia de los basilios de Mata-Bexix 
El monasterio recibió diversas donaciones y su situación económica resultó muy desahogada. Pero tras 20 años de haber recibido del obispo de Jaén las reglas, no les pareció el acto bastante canónico y decidieron que su abad, fray Bernardo de la Cruz, fuese a Roma. Lo hizo en 1560, siendo confirmada por el papa Pío IV y con facultades para recibir él mismo profesiones religiosas, e incorporándose a la Orden de San Basilio de Italia, yendo posteriormente al monasterio Basilio de Grottaferrata. Volvió a España acompañado por monjes basilios italianos para instituir a los ermitaños de las celdas del rio Oviedo, convirtiéndose este convento, aparentemente, en la retauración de la Orden en España. En 1574, por bula del papa Gregorio XIII, cambiándoles la vestimenta de pardo a negro, con hábito y cogulla.
Los otros monasterios basilios de la Península
Había otros dos enclaves basilios habían nacido sin conocimiento los unos de los otros, pero con espíritu muy similar. Uno era la fundación del eremitorio Yermo del Tardón en la Sierra Morena cordobesa, impulsada por el padre Mateo de la Fuente; y el otro el centro constituido por Francisco Aguilar de Loaisa, quien tras recibir el hábito basiliano en Italia, que fundó en Valladolid el monasterio de San Cosme y San Damián.
La unificación de estos tres enclaves fue algo lenta y se tradujo en numerosos problemas y enfrentamientos, casi siempre surgidos a instancias del Yermo del Tardón, cuya vocación eremítica era mucho más fuerte que la de sus claustros hermanos. En 1577, Gregorio XIII emitía una bula por la que unía los monasterios andaluces (ese año ya habían creado también el de Cazalla y no sé si alguno más) en una sola congregación, con el padre Bernardo de la Cruz como superior; por fin, en 1595, el monasterio de Valladolid se unió a los andaluces e inmediatamente se produjo la división  de la Congregación en tres provincias: la del Tardón, la de Andalucía y la de Castilla. La primera se separó de las otras dos y en 1603 formó congregación independiente, cuya trayectoria vital fue cada vez más decadente, llegando a reunir solo cuatro conventos entre los que hubo escaso entendimiento. Por ello, en 1788, a instancias de un proyecto de reforma de la Orden redactado por la monarquía española, la Santa Sede suprimió la provincia del Tardón, así como varios de sus monasterios e incorporó los restantes a la provincia de Andalucía.
Las provincias castellana y andaluza tuvieron un devenir más tranquilo y alcanzaron una expansión considerable en siglo y medio, de tal forma que en 1667 ya se habían fundado todos los monasterios que la Orden iba a tener en España. En 1788, al tiempo que desaparecía la provincia del Tardón, las de Andalucía y Castilla también se veían afectadas por el proyecto reformista de la monarquía, cuyo objetivo era simplificar el panorama de los monasterios basilianos, debido a la precaria situación económica de la mayor parte de los mismos. Así, se previó cerrar los más pobres e incluir a sus monjes en los restantes, de tal modo que Castilla contaría con cinco claustros y Andalucía con siete. El proyecto fue aprobado por la Santa Sede y ejecutado entre 1788-1790.
Desde entonces, la decadencia de la Orden fue constante y los avatares de la Guerra de la Independencia afectaron sustancialmente a los claustros de Sierra Morena, Salamanca y Valladolid. Por último, tres decretos de supresión de órdenes religiosas y desamortización de sus bienes de 1835-1836 pusieron fin  a la historia de los basilios en España.


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