mayo 04, 2016

¿La Macarena de Sevilla tiene su origen en el Monasterio de Nª Sª de la Esperanza de Cazalla?

En la expansión de los basilios fundando monasterios en España, fray Bernardo de la Cruz, primer abad de Santa María de Oviedo, fue el fundador del convento de San Basilio de Sevilla y en la iglesia que construyeron crearon una cofradía o hermandad dedicada a Nª Sª de la Esperanza, la Macarena, en recuerdo de su advocación en el convento de Cazalla. 
“Después que se construyera un templo –dice Ortega y Sagrista- era costumbre muy extendida y general en los conventos de frailes, para atraerse a los fieles de la localidad donde radicaba la casa recién inaugurada, fundar una Orden Tercera, Cofradía o Hermandad, muchas veces de pasión, para atraer a los feligreses a los cultos y ejercicios piadosos”. “Los padres del Colegio de San Basilio de Sevilla –prosigue Ortega y Sagrista- cuando crearon su iglesia en Sevilla, en uno de los barrios más pobres de la ciudad, en el barrio de la Macarena, decidieron también fundar una Hermandad y eligieron para ello la advocación de Ntra. Sra. de la Esperanza, de la cual eran devotos los basilios por su único Monasterio de tan hermoso titulo, que era el situado en el Barranco de Cazalla (no “Cazalla de la Sierra”, en la Sierra Norte de la provincia de Sevilla, que se fundaría aquí otro Monasterio Basilio, mucho tiempo después), entonces del término de Cambil y Alhabar –hoy de Carchelejo en el Obispado de Jaén”, aquel apartado cenobio, perdido en las sierras de Jaén. “¿Por qué le dieron a la Cofradía de Sevilla el titulo de Ntra. Sra. de la Esperanza?” Se pregunta el archivero hispalense Hernández Parrales. Probablemente también –se contesta a sí mismo porque el primer Prior Abad del Monasterio de Sevilla, fray Bernardo de la cruz, lo había sido también antes de este Monasterio del mismo nombre, en el barranco de Cazalla, en Carchelejo, Jaén. En 1.595, fray Bernardo de la Cruz de San Andrés pasó a ser Vicario General de la Orden en España.
Debo añadir que se dice que existe un inventario de dicho convento en el que se detalla la veneración de una imagen de similares características a la macarena sevillana. Se sabe que esta congregación basiliana fundó diferentes conventos por Andalucía, después del de Cazalla en Carchelejo (Jaén) y que con ellos se llevaban sus enseres cuando abandonaran dicho convento , de ahí que recabara en el que se fundó en Sevilla capital.

Sobre la autoría y procedencia de la imagen de la Macarena, muchos apuntan al convento de Cazalla de Jaén, lo que vemos en el Anexo III.
 La primera atribución de la autoría de la Macarena a la escultora Luisa Ignacia Roldán, hija de Roldán y conocida como la Roldana, fue realizada en el siglo XIX por los historiadores Bermejo y González de León, quienes probablemente recogían una tradición oral. Esta atribución fue sostenida en el siglo XX por el catedrático de Historia del Arte José Hernández Díaz.
La exposición dedicada a la Roldana, celebrada en el Alcázar de Sevilla en 2007, permitió profundizar en el conocimiento de los rasgos estilísticos de la escultora. Los comisarios de la muestra, José Luis Romero y Antonio Torrejón, manifestaron en su inauguración, ante la Soledad de Puerto Real, firmada por la Roldana, que la Esperanza se relaciona con el estilo de Roldán y no de su hija. Esta idea ya fue sostenida con anterioridad por Maria Victoria García Olloqui.
Por Roldán y su taller también se inclinan Roda Peña, Gabriel Ferreras y Arteaga. Roda Peña recuerda que la Roldana no hace su primera obra documentada - el Ecce Homo de Cádiz- hasta 1684, cuando ya estaba fuera de Sevilla. 
Miñarro en 1987 apuntó a Juan de Mesa; Alvarez Duarte a Ruiz Gijón y José Fernández Isidoro a Hita del Castillo, compartiendo esta última atribución los imagineros José María Leal y Francisco Buiza, el cual pudo trabajar con el San Juan de la Amargura y encontrar similitudes. 
Dubé de Luque aporta la posibilidad de que la imagen contemporánea de la Macarena puede ser el resultado de dos manos distintas: las de su autor primigenio, que la trazó con la cabeza mirando hacia arriba, y las de quien la configura definitivamente como ahora la vemos. Sostiene su teoría en grabados antiguos y en una peculiar desviación del cuello.

En las últimas décadas y en contextos no científicos se ha insinuado a veces que la imagen pudo ser ligeramente retocada en la intervención del profesor Arquillo en 1978. Sin embargo, treinta años después, el restaurador aclaró que la escultura no presenta repintes, ni retoques, de forma que se mantiene en un buen estado de conservación. En aquella intervención, el equipo restaurador no actuó en el torso y confirmó que la madera de la cabeza se conservaba bien, al igual que los ojos de cristal semiesférico, que son los originales. El restaurador, según un plan aprobado por la Hermandad en detrimento del que planteó el Instituto de Restauración del Estado, fijó las partes desprendidas de la mascarilla del rostro y restañó las grietas. En el rostro utilizó un sistema de limpieza mota a mota y se fijaron las partes de la policromía desprendidas. También en el cuello se eliminaron grietas y unos agujeros que presentaba la imagen, quizás consecuencia de la fijación de una antigua ráfaga. La tradición visual de la imagen sólo fue alterada en que la característica mancha o livor del rostro se hizo transparente.
Otra teoría apunta a que la imagen de la Esperanza sería de escuela jiennense y habría sido realizada en Jaén para un pueblo de la provincia, tal vez Los Cárcheles. Existirían, según esta hipótesis, similitudes con la Virgen de los Dolores de la cofradía del Abuelo, con el Cristo de la Expiración o la Magdalena de la cofradía de la Clemencia, todas de Jaén. De ser correcta esta tesis, la imagen de la Macarena podría pertenecer a Mateo de Medina, escultor barroco de Jaén, quien pudo realizarla siendo aprendiz, dadas las imperfecciones de simetría.
El periodista sevillano Fernando Gelán, especializado en temas cofrades, lleva años investigando la autoría de la Virgen de la Esperanza. Sus primeros estudios se centraron en el círculo de Martínez Montañés, a quien se encaminaba con paso firme.

Sin embargo, este investigador, que ha rastreado múltiples archivos en Sevilla y Roma, apuntó en un momento avanzado de su investigación al pueblo jiennense de Carchelejo, el lugar donde se fundó el primer convento de los Basilios, orden que en Sevilla fundó la Hermandad de la Macarena. Es aquí donde su investigación parece describir un giro importante y pasa a concentrarse en torno a Juan de Mesa y Pedro Roldán. Los últimos documentos analizados apuntan a alguno de estos dos artistas, y puede ser un eslabón muy importante en esta investigación el convento que existió en El Tardón, en el barrio de Triana. Con ello, la investigación de Gelán llega a un punto en que se produce parcialmente una coincidencia con la opinión de José Luis Romero y Antonio Torrejón, cuando relacionan la imagen de la Virgen de la Esperanza con el estilo de Roldán.

En cualquier caso, actualmente parece seguro que la talla de la Virgen de la Macarena fue realizada con anterioridad a la época de la Roldana.
Estas recientes investigaciones de Gelán revelan que la Virgen pudo ser una donación de una familia a la Orden de los Basilios y que podría ser una imagen de gloria, transformada posteriormente en Dolorosa, cuando los Basilios recibieron la autorización de organizar la primera salida procesional en Semana Santa. Ahora parece que una de las claves que podrían ayudar a resolver esta incógnita sería esclarecer las relaciones que pudieran mantener con los Basilios Juan de Mesa o Pedro Roldán.

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